Si eres un amante de la restauración de muebles antiguos, una de las tareas esenciales que debes realizar antes de comenzar con cualquier otra tarea es la recolección de herramientas adecuadas y, por supuesto, la preparación de la superficie del mueble a trabajar. Puede parecer una tarea tediosa y aburrida, pero una preparación adecuada garantiza un acabado de calidad y absolutamente duradero. A continuación, te presentamos los pasos a seguir para preparar una superficie de mueble antiguo para la restauración.
Lo primero que debes hacer es retirar cualquier tipo de acabado anterior que tenga la pieza. Si se trata de una capa de pintura, lijaremos con una lija de grano grueso hasta que se retire completamente. En caso de que se trate de una capa de barniz, es preferible utilizar un decapante. Antes de lijar, debemos bonificar la superficie, es decir, reparar las deficiencias de la madera (nudillos, cicatrices, perforaciones, deformaciones..) utilizando pasta de cola y serrín o polvo de madera.
Una vez eliminado todo el acabado anterior, es hora de limpiar la superficie del mueble. Comenzaremos eliminando cualquier tipo de residuo que pudiera haber quedado después del lijado o del uso del decapante, para ello podemos utilizar una herramienta de cepillo o pincel pequeño que resulte efectivo para raspar los residuos. Luego, con la ayuda de un trapo o paño humedecido con alcohol industrial, limpiaremos a fondo cada parte del mueble. Este paso es importante porque cualquier residuo de polvo, suciedad o cualquier tipo de grasa impedirá una correcta adherencia del acabado final del mueble durante la restauración.
Ahora procederemos a la reparación de la madera, esta parte del proceso es extremadamente importante ya que el mueble restaurado dependerá del trabajo que hayamos ejecutado en este paso. Utilizaremos masilla para madera en si la superficie presenta muchos desperfectos o grietas, y acabaremos aplicando un tinte o se tapara con pintura al agua en caso de detectar imperfecciones y/o querer cambiar el color del mueble.
Luego de haber secado completamente la masilla utilizada para la reparación de la madera, es hora de lijar la superficie del mueble. Es preferible usar lija de grano medio, seguida de una de grano fino para lograr una superficie lisa y sin imperfecciones. Hay que tener en cuenta al lijar las partes con curvas, para no lijar tanto como para que la forma sea reducida, prestado atención a los bordes y esquinas para que estos presenten un bonito filo.
Una vez que hemos terminado de lijar la superficie, es hora de comenzar a sellar la madera con un sellador. Aplicar una capa uniforme sin dejar excesos del producto, ya que esto seguramente causará granos y burbujas inesperadas, Una vez seco, este sello actuará como una barrera que evitará que las virutas de pintura o de cualquier outro acabado penetren en la línea de la madera y arruinen la restauración.
Finalizamos la preparación de la superficie del mueble antiguo con un último paso; limpiar una vez más con alcohol industrial. Esto eliminará cualquier tipo de residuo de cualquier otro producto que haya quedado en la superficie. La preparación de la superficie se completa a partir de este proceso como un todo. Ya tenemos nuestra pieza de mobiliario completamente preparada para comenzar la restauración.
La preparación de la superficie de un mueble antiguo es una tarea esencial para el éxito de un proyecto de restauración. Puede parecer tedioso y aburrido, pero es fundamental para garantizar un acabado de calidad y duradero. Con los pasos anteriores, puedes asegurarte de que tu mueble restaure grandeza de su pasado y conserve su belleza durante muchos años.